Ficción
El fútbol puede ser muy aburrido
Por Santiago Noguera
*La imagen de portada de El fútbol puede ser muy aburrido es de Yahoo! Deportes
Siempre que inicia una nueva temporada da esa sensación de que será la mejor de todas, que la competencia será feroz y los jugadores jugarán el mejor futbol de sus vidas. Siempre es así, y por ende, nunca lo es. El futbol es hermoso porque puede ser insólitamente aburrido y horroroso. Cuando escribo sobre futbol trato de hacerlo siempre desde la perspectiva más infantil, que me parece es la adecuada para el caso. Los niños entienden el juego, y el futbol es justamente eso. No es un trabajo, no es ni siquiera una competencia. Es un juego en el que o te diviertes o te enojas. Como todo buen juego.
Admitir que el futbol es extremadamente aburrido en muchos tramos de los noventa minutos no es despreciarlo sino entenderlo. Los que no se aburren son los analistas, los que tratan al juego como una ciencia, porque siempre hay algo que ver, que comentar: un pase horizontal, un amago de tiro, un cambio de posición, una ceja levantada del entrenador. Ojo, aburrirse no es dejar de ver el partido, es atravesar, estoico, esa modorra que parece infinita y esperar (de esperanza) por el primero en rebelarse y tirar un sombrero.
Veo futbol como Proust leía sus libros de niño. Recuerdo los partidos que he visto, los goles que he gritado, y regreso a los lugares donde viví aquello. Esos días vuelven a mi memoria con suma claridad. Recuerdo abrazar a mi padre, gritando como loco tras el cabezazo de Amorebieta para poner el 1-0 definitivo contra la Argentina de Messi. Recuerdo estar en casa de mi tía, en la cama, acostados, viendo las semifinales de la Copa América 2011, en las que Venezuela quedara eliminada en la definición por penales. Recuerdo haber llorado, frente a la solitaria luz del televisor.
Proust habla de eso, de que la lectura infantil se basa en recordar los lugares donde leíste esos libros. No retienes concepto ni ideas, solo sensaciones, olores, sonidos, imágenes. Así vivo el futbol, con todos los sentidos, con la inocencia al máximo.
Sí, el futbol puede ser muy aburrido, pero hay tramos en los que pareciera dibujarse en la cancha una verdad oculta, transformada en una gambeta, una pared, un gol. Y eso basta para tenernos ahí, esperando que venga más, que nos digan todo lo que nos tienen que decir. Pero nunca nos dicen todo, porque el futbol, como la literatura, solo puede darnos el deseo de buscar la verdad. Por eso uno nunca deja de verlo, por eso cada temporada la esperanza se renueva y estamos seguros de que esa será la mejor de todas.
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